EL TEMOR QUITA LIBERTAD
El día que acepté a Dios en mi vida, se me dio una identidad, una libertad, fui levantada y colocada en un hermoso jardín, donde podía tomar y coger todo lo que encontraba allí. Mientras paseaba en este hermoso lugar encontraba muchas cosas hermosas y con el tiempo empece a sentir mucho temor, dejé que este sentimiento y sensación me inundarán, al pasar el tiempo ya no podía disfrutar nada como al principio, tenía mucho temor porque no quería dañar ese hermoso jardín y mucho menos salir de allí. Después de mucho tiempo solo miraba y observaba el jardín, entonces me di cuenta que mis ojos estaban vendados por el temor que me inundaba, ya no veía con mucha claridad, no quería dañar nada de lo que había en el jardín, con las vendas aparecieron unas cadenas que me tenían atadas las manos y los pies, cuando logré quitar las vendas de mis ojos, vi que las cadenas tenían un nombre particular: Legalismo. Las cadenas me ataban, no me permitían ser, creer y ver quien realmente era, la nueva per