NO ES EN VANO
Hoy me levanté pensando todo lo que mi Padre me ha dado y ha hecho por mí y solo puedo recordar aquel evento que me cautivó. Me encontraba muy mal, estaba a punto de salir del desierto pero yo me quería devolver no podía ver la salida del desierto solo podía ver más arena y más dolor, el sol había quemado mi piel, tenía ampollas y la sed no paraba, pensaba que regresar me haría bien y podría saciarme y curar mis heridas. Me sentía sola y abandonada, no tenía fuerzas y no podía seguir adelante, me estaba llenando de resentimientos, cada paso que daba cargaba con una roca de sufrimiento y de ira, ya no quería estar más en ese lugar, veía espejismos, que era abismos llenos de ilusiones, ideas y deseos que quería cumplir y hacer, pero cada vez que caminaba me daba cuenta que esos espejismos no se convertirían en realidad y eso golpeaba mi alma. Con cada espejismos que veía y que no eran él deseo de mi Padre cargaba una piedra, me hacía daño con cada paso, mi espalda no soportaba más y cada