EL TEMOR QUITA LIBERTAD

El día que acepté a Dios en mi vida, se me dio una identidad, una libertad, fui levantada y colocada en un hermoso jardín, donde podía tomar y coger todo lo que encontraba allí. Mientras paseaba en este hermoso lugar encontraba muchas cosas hermosas y con el tiempo empece a sentir mucho temor, dejé que este sentimiento y sensación me inundarán, al pasar el tiempo ya no podía disfrutar nada como al principio, tenía mucho temor porque no quería dañar ese hermoso jardín y mucho menos salir de allí.

Después de mucho tiempo solo miraba y observaba el jardín, entonces me di cuenta que mis ojos estaban vendados por el temor que me inundaba, ya no veía con mucha claridad, no quería dañar nada de lo que había en el jardín, con las vendas aparecieron unas cadenas que me tenían atadas las manos y los pies, cuando logré quitar las vendas de mis ojos, vi que las cadenas tenían un nombre particular: Legalismo. Las cadenas me ataban, no me permitían ser, creer y ver quien realmente era, la nueva persona en la que Dios me estaba transformando. Mi identidad no la estaba disfrutando, no podía hacer nada.

Cuando decidí quitarme las cadenas, me sentí aún más libre de lo que creía ser, pude disfrutar de todo lo que estaba disponible para mí en ese jardín, entendí mucho mejor todas las cosas que fueron hechos por y para mí, logré ver con mayor claridad el amor que Dios, mi Padre, me tenía, el placer que le causaba que yo paseara y cogiera todo lo que en el jardín había. Comprendí que antes de que el mundo fuese creado, yo estaba en sus planes, me amaba mucho antes de que yo le amara y con claridad puedo ver como me enamora día a día.

Comentarios

Entradas populares de este blog

PARA TI MUJER

PRONTO SALDRA EL AMANECER

UN LUGAR OSCURO