Cuando era sombra


entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.”
Efesios 2:3 RVR1960

Antes de que Cristo me conociera, yo era una sombra, repetía todo lo que el mundo mostraba, me encantaba estar con otras sombras me sentía cómoda y agusto.

Todas las sombras hacíamos lo mismo ninguna se sentía mal, pero si había una sensación de que faltaba algo. Habían unas luces todas iguales, cuando pasaban por mi lado podía ver nublado, me sentía mal, sentía que tenía cadenas en todo mi cuerpo y un tuvo que alimentaba mi boca con basura, lo notaba porque de ellos caía sal y me daba una sed que no podía saciar con lo que comía.

Hasta que el día llegó, apareció frente de mi una Paloma blanca que me arrastraba, al fondo podía ver cómo una luz roja y al acercarnos más vi una cruz y en ella había un hombre maltratado, muy herido. De tras de Él una llama de fuego que debía venir hacia mí pero Él estaba al frente mío protegiéndome. Al momento me sentía libre y ligero, me miré y yo era una luz como las que había visto antes, con una variable podía ver mucho mejor y más profundo, en esas luces que veía y que me había convertido veía aquel hombre que estaba en la cruz con vida. Lo veía muy fuerte y vigoroso y dije:

"Ya no vivo yo Cristo vive en mí"


Comentarios

Entradas populares de este blog

PARA TI MUJER

PRONTO SALDRA EL AMANECER

UN LUGAR OSCURO