Mano de Tinta

“ entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne , haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás .” Efesios 2:3 RVR1960 Antes de que Cristo me conociera, yo era una sombra, repetía todo lo que el mundo mostraba, me encantaba estar con otras sombras me sentía cómoda y agusto. Todas las sombras hacíamos lo mismo ninguna se sentía mal, pero si había una sensación de que faltaba algo. Habían unas luces todas iguales, cuando pasaban por mi lado podía ver nublado, me sentía mal, sentía que tenía cadenas en todo mi cuerpo y un tuvo que alimentaba mi boca con basura, lo notaba porque de ellos caía sal y me daba una sed que no podía saciar con lo que comía. Hasta que el día llegó, apareció frente de mi una Paloma blanca que me arrastraba, al fondo podía ver cómo una luz roja y al acercarnos más vi una cruz y en ella había un hombre maltratado, muy herido. De tras de Él una ll

En mi vida he transitado por varios caminos, unos empinados, otros angostos, otros de bajada y otros muy rocosos y en todos ellos he tenido un ser siempre a mi lado. En los caminos más duros y difíciles, creía que estaba sola, que debía seguir mi propio camino, que había llegado sola al mundo y sola me iba a ir. Había llegado con muchas necesidades que siempre dependía de alguien para poder suplirlas, sabía que esto iba a ser así siempre, pero conocí un amigo muy especial, llegó en uno de los caminos más empinados y complicados para mí, en donde se encontraban muchas rocas que no me permitían caminar. Él me vio y me llamó pero no le escuchaba hasta que me agarró y me arrastró hacia él. Por donde me llevaba era más complicado pero por alguna razón extraña era mucho más sencillo y me sentía diferente, con vida.  Pasado el tiempo, lo había considerado mi mejor amigo, era o es para mí un Padre que me ha salvado, me ha dado vida. Pero en ocaciones no le escuchaba, hacía lo que a mí

Qué difícil es entender en esta mente ¿Quién es Dios? No cabe en esta alma humana la respuesta de esta pregunta y mucho menos cuando está tan acostumbrada a este mundo. Comprendí que para saber quién es debo entrar a un mundo diferente, un reino distinto.  Tan acostumbra a este mundo que se me olvida que no soy de este mundo y toda esperanza comienza a cambiar a son de control, angustia y pérdida de fuerza, mis ojos son cambiados, por una tela fina que no permite ver el reino de donde vengo, me hace caminar por la senda del error, donde reina mi opinión y el deseo de control todo mi camino. Quiero evitar el dolor por eso quiero el control de mi camino, con el pensamiento de este mundo creo que evitaré el dolor. Sin darme cuenta que hay dolores por los que debo pasar, del reino del que vengo la mentalidad es la que me hace fuerte ya que por medio del dolor puedo conocer perfectamente la respuesta de ¿quién es Dios? Hay un camino trazado del cual yo no tengo control de él, quien

No sé si te a pasado... Pero en mi caminar diario puedo ver cuanocerle,  puedo estar hablando con Él todo el tiempo mientras hago mis labores, puedo estar segura que esta conmigo, puedo estar tranquila que todo esta bajo control, puedo creer que hay paz en medio de la tormenta. Y,  sigo sintiendo que necesito conocerle, paso tiempo con Él, son como si no fueran suficientes, me deleitó horas, pero no son las esperadas, son muy pocas, le hablo todo el día y le cuento cada detalle de mi vida,  es increíble como descanso haciéndolo. Su amor, no hablemos de su amor, es increíble... ¿Qué puedo decir de Él?, es fascinante, te absorbe, te aturde, un amor que no veo en ningún otro y apenas te estoy diciendo una parte de su amor, ¿qué digo?  lo sigo conociendo. ¿Qué puedo decir? No me cansaré de buscarlo, no me cansaré de conocerlo, mi gran conclusión es: Él es todo para mi. ¿Qué si estoy enamorada? Sí, perdidamente enamorada de Él, para mi es un Dios, tiene infinito poder, puedo confiar cie

En nuestro diario caminar hay momentos de la vida que nos encontramos en un desierto árido, caluroso y profundamente aficciante, que si no tienes los elementos necesarios para sobrevivir terminaras matándote. Siempre que entramos a un desiertos nos secamos a un punto que nos rompe, eso si que duele, llegas  a desear la muerte misma, ya nada te motiva, tratas de luchar y decir aquí no voy a morir y luchas con tus fuerzas pero no te das cuenta que con eso te haces más daño, creyendo que así saldrás de ese desierto, si llegaste a esto y perdiste todas las esperanzas te puedo decir que pronto serás quebrantado y saldrás de ese desierto. Al entrar a un desierto recuerda que no puedes salir igual, si lo hiciste te puedo decir que estás en un espejismo y te sentirás bien, creerás que lo superaste y que saliste por tus medios porque eres fuerte, no puedo mentir, estás en un espejismo y puede que dures un buen tiempo allí y cuando se te acabé pensarás que entraste nuevamente al desierto

Me encontraba en medio de una batalla, no entendía el por qué estaba allí, miré a un lado y estaba un ser oscuro riéndose y alzando sus brazos en signo de victoria.  Dirigí mi mirada al otro lado y vi a un hombre golpeado, sangrando, su rostro estaba desfigurado, parecía vencido. Aquel hombre me miró con ojos de amor y me dijo: - "Hago esto por ti para que estés por siempre y para siempre conmigo. Te amo y siempre te he amado". Sentí pena por aquel hombre; quería acercarme para ayudarlo, no entendía lo que me había dicho, la verdad solo pensaba que estaba loco, yo no necesitaba que pelearan por mí, de hecho estaba c omo espectadora de la batalla. ¡ Qu é equivocada estaba al respecto! De nuevo dirigí mi mirada a aquel hombre que decía amarme, se encontraba colgando en un palo de madero, se veía agonizante, quise acercarme, ver que podía hacer por él, pero apenas me acerqué una llama de fue go, que consumía todo, descendía del cielo se dirigía a este hombre, apena